When you have enough experimental sensorial work within sensosphere, you can achieve certain ideas that for other observers, may be considered phantastic or a mere illusion.
The speed with our mind-body react, through our own sensorial systems, to any change, or any diference within the ecosystem, we see or perceive in front of us, will be in relation with our own sensorial or perceptual experience. Remember the differences in our ways of living, more or less nurtured by direct sensorial experience or by more abstract approach.
Light travel 300.000 km in a second. Sun is at 8 minutes-light. The first sun-ray approaching your face this morning has traveled at this speed. All the landscape you see in front of you is bathing by sun-rays, traveling at this speed. The ability of your experimented visual sensorial systems to discover small changes in the landscape in front of you, depends of your speed to react to small changes in the landscape that are conditioned by the speed of photons bathing (scanning) your visual landscape.
After months practising sensorial work within sensosphere, I like to say that your mind can travel, or move, at light speed. To accept that, at least as a strong and useful intuition, it is enough that you will be aware (when you are actualy perceiving deeply any landscape) that your overall visual landscape have a light input (bossons, fotons, light-rays, light waves) characterised by this speed.
Well, within your own sensorial information system, you are managing an information input that is your visual landscape, characterised or conditioned by the speed of light. I noted that it is very good to make all these apparent redundancy commenting many times the speed of light as a crucial input of your every day visual sensorial experience. I think that, as a new idea, and or intuition, it is good to come more and more about it as, in this way,our own neurosensorial networks are producing more and more possibilities, more and more new ideas, and these new ideas are adding to previous ones in order to discover new ways to explanation, and to share with you readers, within the information system called collective knowledge (society).
SINTAXIS
ResponderEliminarUn hombre mirando fijamente sus ecuaciones dijo que el universo tuvo un comienzo.
Hubo una explosión, dijo.
Un estallido de estallidos, y el universo nació.
Y se expande, dijo.
Había incluso calculado la duración de su vida: diez mil millones de revoluciones de la Tierra alrededor del Sol.
El mundo entero aclamó;
hallaron que sus cálculos eran ciencia.
Ninguno pensó que al proponer que el universo comenzó,
el hombre había meramente reflejado la sintaxis de su lengua madre;
una sintaxis que exige comienzos, como el nacimiento, y desarrollos, como la maduración,
y finales, como la muerte, en tanto declaraciones de hechos.
El universo comenzó,
y está envejeciendo, el hombre nos aseguró,
y morirá, como mueren todas las cosas,
como él mismo murió luego de confirmar matemáticamente
la sintaxis de su lengua madre.
LA OTRA SINTAXIS
¿El universo, realmente comenzó?
¿Es verdadera la teoría del Gran Estallido?
Éstas no son preguntas, aunque suenen como si lo fueran.
¿Es la sintaxis que requiere comienzos, desarrollos y finales en tanto declaraciones de hechos, la única sintaxis que existe?
Ésa es la verdadera pregunta.
Hay otras sintaxis.
Hay una, por ejemplo, que exige que variedades de intensidad sean tomadas como hechos.
En esa sintaxis, nada comienza y nada termina;
por lo tanto, el nacimiento no es un suceso claro y definido,
sino un tipo específico de intensidad,
y asimismo la maduración, y asimismo la muerte.
Un hombre de esa sintaxis, mirando sus ecuaciones, halla
que ha calculado suficientes variedades de intensidad para decir con autoridad
que el universo nunca comenzó
y nunca terminará,
pero que ha atravesado, atraviesa, y atravesará
infinitas fluctuaciones de intensidad.
Ese hombre bien podría concluir que el universo mismo
es la carroza de la intensidad
y que uno puede abordarla
para viajar a través de cambios sin fin.
Concluirá todo ello y mucho más,
acaso sin nunca darse cuenta
de que está meramente confirmando
la sintaxis de su lengua madre.
Carlos Castaneda. El universo creativo